¿Subo o no mis entrenos a redes sociales? Motivación vs Stress...
21/04/2022
Strava, Garmin Connect… Aunque hay muchas más. Y luego están las redes sociales “de siempre” en las que compartimos los contenidos que generamos con las específicas de correr. La cuestión es: ¿me sirve para algo publicar lo que corro, lo que compito?
Pues realmente no hay mucha diferencia entre compartir nuestros entrenamientos en redes sociales o compartir las fotos de nuestro último viaje de vacaciones, del último vestido que nos hemos comprado para salir o de ese plato exquisito que nos hemos comido en nuestro restaurante favorito. Se trata de generar diálogo con tus seguidores, con tus amigos, mostrar tu actividad diaria, o esas cosas extraordinarias que consideras que merecen la pena ser publicadas. Pasa lo mismo con nuestros entrenamientos, con nuestras competiciones. Hay quien disfruta poniendo a qué ritmo ha corrido 12 kilómetros por la mañana, quien prefiere que eso sea parte de su intimidad, quien sólo publica aquella carrera de la que está realmente orgulloso y quien piensa que es puro hedonismo. Tampoco olvides la principal función de muchas de estas Apps, como es llevar un diario detallado de tus entrenamientos.
Que cada cual haga lo que quiera, faltaría más, pero compartir con los demás tus carreras puede servirte para no “fallar”, para tener la obligación de no perderte la rutina de entrenamientos marcados. Es decir, casi del mismo modo que madrugamos sin problemas cuando hemos quedado con el grupo de running para hacer la tirada larga, para muchas personas el compromiso de subir a Strava o a las stories de Instagram la foto de rigor tras correr con el resumen de kilómetros hechos es un motivo más para no fallar. Una de las cosas más divertidas (y que sacan nuestro “yo” competitivo a relucir) son los segmentos de Strava. Comparar tus tiempos en una distancia y lugar determinado, como una vuelta al parque en el que corres, la cuesta que hay en tu barrio… es una motivación enorme para dar lo mejor de ti mismo en cada salida.
Eso sí, otros sienten cierto ‘pánico’ por mostrar entrenamientos más lentos que los que normalmente suben por temor a quedar mal, o para que no les comparen con otros. Y ojo, si te vuelves muy pesado compartiendo cada entrenamiento, cada visita al gimnasio, igual consigues lo contrario al efecto que buscas. Como casi todo, y más en redes sociales, si te pasas un poco de lo normal te conviertes en “el plasta” de turno. Si no te gusta compartir tu intimidad no pasa nada, la humanidad lleva corriendo toda su historia sin ningún problema. La cuestión es que no te cortes porque pienses que otros creerán que eres lento si publicas algo. Si corres un 10k en 33 minutos seguramente temas que los que lo corren en 28 piensen que eres un ‘paquete’, pero aquellos que lo hacen en 50 minutos tampoco te van a idolatrar. Desmitifiquemos un poco el “qué dirán”.
Postea, publica, comparte, haz “like”… si te apetece. Y si te sirve para motivarte, mejor.
Las redes sociales son un gran invento si las usas de forma que te son útiles. Como por ejemplo nuestros grupos de Facebook Beer Runners en cada localidad donde estamos, donde siempre encontrarás gente para salir a correr en buena compañía.