Correr con frío
10/10/2014
Otoño es la mejor época para correr en España, sin duda: en el sur no hace mucho calor y en el norte no hace todavía tanto frío como para pensarse si quedarse en casa o salir a devorar kilómetros.
Pero en otoño comienza a hacer frío y llegan los resfriados, los enfriamientos, y nuestras defensas comienzan a resentirse ante tanta lucha contra elementos ‘enemigos’.
Hay varias claves que debemos seguir a rajatabla para reducir el riesgo de padecer alguna enfermedad del sistema respiratorio. Incluso siguiendo estas recomendaciones, es clave una alimentación variada, tomar mucha fruta y recurrir a suplementos vitamínicos para mejorar nuestras defensas y acelerar la recuperación tras los entrenamientos.
- Evita las horas de más frío. Esto es complicado porque para muchos porque nuestros trabajos, estudios y obligaciones familiares nos lo impiden, pero si puedes correr a miedo día o a media tarde, mejor que hacerlo a las 7AM o por la noche. El aire que respirarán tus pulmones será menos frío.
- Equípate correctamente. Aunque es normal tener frío, un exceso de ropa al empezar a correr es contraproducente. Es mejor empezar a correr con sensación de frío que tenernos que quitar dos capas de ropa a los 10’ de empezar. Abrígate las manos con guantes, la cabeza con un gorro (es por donde más calor corporal se evapora) y el cuello con unas “bragas” o pañuelo. No olvides las gafas de sol y la protección para la piel. En invierno, el sol también es peligroso.
- Atención al post entreno. Es clave que nos abriguemos en cuanto nos paremos de correr. Cámbiate la ropa húmeda y ponte ropa seca y de abrigo, y así podrás tomarte la cerveza post carrera con los amigos sin riesgos. Si hace frío y quieres estirar, prueba a hacerlo en un sitio cerrado, o incluso espérate a volver a casa y estira cómodamente en el salón. No pasa nada por hacerlo un poco más tarde.
- Ojo al sobre-entrenamiento. Nuestras defensas se quedan ‘en cuadro’ en cuanto aparecen los primeros síntomas de sobre-entrenamiento. No te pases de la raya, entrena con cabeza y no hagas más kilómetros o esfuerzos de los que debes.
- Descansa bien. Nuestro organismo necesita horas de sueño para recuperarse de los esfuerzos y para reponer nuestro sistema inmunitario.
- Hidrátate correctamente. Aunque el cuerpo no nos pide tantos líquidos como en verano, es fundamental hidratarnos correctamente antes, durante y después de correr. Y más si estás resfriado. Tus mucosas necesitan líquido.
- La teoría de las ‘capas’. Mejor que usar un jersey muy abrigado, lo ideal es protegerte del frío cuando corras con varias capas de ropa. Un par de camisetas y un cortavientos es ideal para mantenernos sec@s el máximo tiempo posible.
- Evita los cambios de temperatura. Cuidado si vas en el coche con la calefacción a tope, te bajas y te pones a correr con 15 grados menos… Los cambios de temperatura nos afectan muchísimo. Mejor que no estés tan ‘calentito’ en el coche, y ‘aclimata’ el cuerpo correctamente.