Esos días en los que cuesta tanto correr...
06/11/2014
Seguro que alguna vez después de un día duro de trabajo o de estudios, después de apagar el despertador o justo cuando anochece, has pensado “hoy no tengo ganas de salir a correr”.
Hay muchas causas, la principal el cansancio, pero seguro que si intentas pensar en lo bien que te sentiste la última vez que saliste a correr, podrás batir a la pereza.
MOTIVACIÓN: Para luchar contra el hastío, la desgana, antes de empezar a trotar lo mejor es imaginarte a ti mismo justo en el momento del entrenamiento o de la competición en el que mejor te sientes, en el que notas que fluyes por el asfalto o la tierra, cuando sabes que eres imparable. La desmotivación podemos combatirla con motivación. Si estás pensando ahora mismo ¿para qué voy a salir a la calle con el frío que hace…? intenta pensar en lo fantástico que es mirar tu reloj cuando llevas 40 minutos corriendo y sabes que te queda poco para terminar.
COMPAÑÍA: No siempre es fácil, pero te ayudará muchísimo intentar quedar con otros Beer Runners. El hecho de marcarte una hora de quedada hará que te obligues a ir y que no te lo pienses tanto. Sabes que si dejas tirado al compañero de entrenamiento te pasará ‘factura’. Correr en compañía es genial para los corredores mañaneros y para los que salen por la tarde. Además, ‘socializarte’ con los otros runners tras el entreno con una cerveza en la mano es la esencia de nuestra pasión, ¿existe una fórmula mejor para hacer deporte que salir a correr con unos amigos y tomarte luego unas cañas?
OBJETIVO: Marcarte objetivos a corto, medio y largo plazo es una gran motivación para no fallar ningún día. Si sabes que tienes que entrenar para tu primer 10km, para una media maratón en la que quieres bajar de X minutos, o para completar un maratón, trail o lo que quieras, ¡no fallas! Completar un objetivo exigente o seguir el patrón de un entrenamiento es clave para ser constantes. Sabes perfectamente que si no entrenas, si no cumples, no lograrás el objetivo. Mientras corres, o los días que tengas dudas y pereza, imagínate a ti mismo cruzando la meta de esa carrera con los brazos al cielo.
También son válidos otros objetivos menos competitivos como perder peso, completar un número determinado de kilómetros a la semana o al mes, o simplemente quitarte un poco de estrés de encima…
CERVEZA: Piensa en la cerveza que te espera, bien merecida, después de correr. Te la has ganado. Es tu recompensa. No hay nada mejor.
¿A que no necesitas mucho más para mantener la motivación a tope?