La distancia perfecta para correr. La tuya.
20/10/2016
La distancia perfecta para correr es… Pues no, no hay ninguna distancia perfecta, lo que sí hay es una distancia o un tipo de carrera o competición que se adapta mejor a tu forma de correr, a tu estado de forma, a tu manera de entender este deporte. Y depende de muchos factores, de muchos aspectos que pueden variar durante tu vida como corredor popular. 5, 10, 21, 42… ¿Cuál es la distancia que se adapta mejor a mí?
Podríamos intentar utilizar una de esas tablas complejas que hay en varios libros de expertos en entrenamiento y en muchas webs, en las que poniendo tus marcas en varias distancias te hace una aproximación de lo que deberías estar corriendo (un medio maratón o un maratón con tu actual marca de 10k), o incluso te servirá para ver en qué distancia eres objetivamente más rápido. Pero no ayudará a decidir cuál es tu distancia perfecta, porque eso es algo muy subjetivo. Puedes tener un cuerpo mejor preparado para correr largas distancias pero tú prefieres exprimirte a tope en un 5k, o al contrario, ser muy rápido en distancias cortas pero disfrutar de forma casi existencial un maratón o un ultra trail por la montaña.
Lo que sí parece claro es que cada distancia tiene sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas.
- 5 km (o menos): Lo mejor de esta distancia es que si lo tuyo es sufrir poco tiempo te vendrá como anillo al dedo. Eso sí, los corredores suelen tomárselo al límite de sus posibilidades en cuanto a ritmo. El entrenamiento específico para correr un 5k o carreras menores como una milla urbana es bastante duro, porque aunque no acumulas muchos kilómetros semanales, suele tener muchas series, mucho trabajo de fuerza y pocos rodajes. Así, hay personas que consiguen correr muy rápido entrenando solo 3 días a la semana, ya que aquí es más importante la calidad que la cantidad de entrenos.
- 10 km: Para la mayoría de runners un 10k reúne todo lo que se le puede pedir a la carrera a pie. Un esfuerzo de entre 30 y 60 minutos dependiendo de tu nivel el día de la competición. Y con un par de días de calidad como mucho es suficiente para ‘correr rápido’, incluso no necesitas ninguno si tu meta es simplemente terminar una carrera de esta distancia. El entrenamiento en sí te mantiene en forma, y depende de ti la exigencia a la que te “exprimas”. Además, su preparación no es tan dura o tan larga como la de distancias como el maratón, para el cual necesitas invertir muchas semanas consecutivas. Eso sí, para los runners más avanzados, a veces se queda ‘corta’. Y ojo con intentar continuamente batir tu mejor marca, llegará un momento en el que te resultará muy difícil arañar segundos a tu mejor tiempo.
- 21 km: Correr un medio maratón es un término medio entre un 10k y el maratón. Es un objetivo complicado de lograr, ya de nivel avanzado, y requiere más disciplina y meses de entrenamiento que un 10k, aunque no tanto como un maratón. Además, el margen de mejora es siempre muy superior al de distancias más pequeñas, ya que cualquier variable (mejor circuito, buen clima, entrenamiento…) te hará arañar incluso minutos al crono. No obstante, es más lesivo y conlleva tomarse esto de correr más en serio. Aún así, cada vez son más los que creen que esta es la distancia perfecta para correr muchos años y divertirse.
- 42 km: El maratón es el gran sueño, para algunos imposible, de muchos runners. Hay quien corre varios al año, otros que se conforman con cruzar su línea de meta al menos una vez en la vida. Lo cierto es que lo que se siente al terminar tu primer maratón es totalmente distinto a lo que hayas sentido en cualquier otra distancia. Pero es duro, muy duro. Requiere un esfuerzo y un sacrificio grande, e invertir mucho tiempo durante al menos 16 semanas de entrenamiento específico para enfrentarse a la mítica distancia de Filípides. Y esto no es como un 10k, que si te sale mal, al domingo siguiente puedes correr otro. Deberás dejar pasar tiempo entre un maratón y otro, y algunos llegan incluso a hartarse de este bonito hobby por la autopresión de sentirse maratoniano.