Perder peso: un objetivo y un aliado
23/05/2013
Muchos empiezan a correr para perder peso. Sin duda alguna los resultados llegan relativamente rápido, ya que correr es uno de los deportes que nos ayuda a quemar más calorías.
Perder peso, además de nuestro objetivo principal, es un gran aliado para nuestros entrenamientos diarios: cuanto menos pesamos, más rápido podemos correr haciendo el mismo esfuerzo y tenemos menos riesgo de lesiones.
Para un corredor de 1,75 metros y 60 kg será más fácil correr rápido que para uno de la misma altura pero que pese 80 kg. Así que si bajas tu peso, tu rendimiento aumentará bastante. Si pierdes un kilo serás capaz de correr 1 o 2 segundos más rápido por kilómetro.
Además, como ya hemos comentado, la disminución de peso incide directamente en la bajada del riesgo de sufrir lesiones. Siguiendo el ejemplo anterior: si tienes 10 kilos más, la presión que sufren las articulaciones y huesos aumentan en cada zancada. ¿Sabes que los corredores damos entre 150-200 zancadas por minuto? Es fácil imaginar la tensión y la presión que sufren nuestros huesos, tendones y articulaciones cada vez que aterrizamos la planta del pie sobre el suelo.
No es cuestión de perder peso a lo loco sino poco a poco. Posiblemente la pérdida de peso llegue a la vez que nuestro nivel de entrenamientos sea más alto y que notemos progresos como corredores.
¡Ojo! No cometas el error de hacer una dieta muy estricta y pretender correr mucho o rápido. Nuestro cuerpo necesita combustible (especialmente hidratos de carbono) para poder ponerse en marcha y aguantar mucho tiempo corriendo.
A partir de los 40 minutos, empezamos a movilizar las grasas de nuestro cuerpo. Ya sabes, entre 40 y 60’ corriendo a un ritmo cómodo, que te permita ir charlando, es el mejor ‘quemagrasas’ para tu organismo.
Cuéntanos qué te parece, cómo lo haces tú para perder peso, comparte tu experiencia en los grupos #BeerRunners de cada ciudad en Facebook o en Twitter usando el hashtag BeerRunners