Cómo echamos de menos las carreras…
30/10/2020
Tenemos un pequeño sustitutivo, algo así como la sacarina al azúcar, que son las carreras virtuales. Algunas están muy ‘curradas’ y nos ayudan a sentirnos motivados y con ganas de entrenar, pero esa sensación de ponernos en la línea de salida, con los nervios compartidos con miles de corredores, el olor a lilimento, el ‘speaker’ hablando aunque no le estemos escuchando prácticamente hasta que inicia la cuenta atrás: “3, 2, 1… ¡bang!”. La camaradería, las sonrisas nerviosas, los saludos fugaces, los abrazos sentidos con los compañeros de entrenamientos con los que tanto hemos disfrutado y sufrido previamente hasta llegar al arco de salida. Todo esto, y mucho más, era lo que esperábamos encontrarnos al ponernos el dorsal en casa o en el coche antes de pasar un poco de frío mientras calentamos la musculatura.
Muchos llevamos meses sin sentir todas esas cosas que nos provoca participar en una carrera, desde mantener el ritmo sin pasarnos de la raya en los primeros kilómetros, acordarnos de que hay que beber sorbitos de agua en los avituallamientos incluso aunque no tengamos sed, o cómo empezamos a imaginarnos lo fría y deliciosa que estará la bien merecida cerveza post carrera, que sabe a trabajo bien hecho y a amistad, mientras comentamos ‘la jugada’ y cómo nos ha ido la carrera.
Participar en carreras es algo que nos daba la vida cada finde, un objetivo para el cual entrenar sin cuestionarnos nada entre semana. Ahora cuesta más trabajo, pero el horizonte sigue ahí. Volverán las carreras, volveremos a correr acompañados. Volveremos a batir nuestra mejor marca, debutaremos en maratón, subiremos al pódium o, simplemente, seremos finishers. Nos volveremos a lesionar, o a resfriarnos la semana antes del gran objetivo de la temporada.
La nueva normalidad no es normal para los runners. Nos han quitado las carreras. Pero volveremos, y merece la pena seguir corriendo para cuando nos podamos poner un dorsal, y cuando suene ese “3, 2, 1… ¡bang!” sonreiremos y recordaremos lo que nos ha costado llegar hasta esta línea de salida. Y volveremos a brindar con una cerveza en la mano tras cruzar la meta.
Seguro.