Qué es la economía de carrera y en qué afecta a tu entrenamiento

Seguramente habrás escuchado a algún compañero hablar sobre la “economía de carrera” o sobre correr “económico”. Aunque nos imaginamos a qué se refiere -básicamente, gastar poca energía al correr-, lo que no sabemos es qué es lo que gastamos.

Pues lo que gastamos es oxígeno. Mientras más económico corramos, menos oxígeno y energía necesitamos para mantener un ritmo determinado. La comparación más sencilla es la de los coches y la gasolina. Si un coche gasta 5 litros a los 100 kilómetros a 120km/h, será más económico que uno que gaste 9 litros a esa misma velocidad. Pues eso, trasladado a un organismo humano, sirve para medir lo eficientes que somos. La economía de carrera depende de muchos factores (genéticos, peso, forma de correr…), y puede variar mucho según nuestro entrenamiento o nuestro estado de forma en un momento concreto.

Y tener una mejor economía de carrera nos permitirá correr durante más tiempo a más velocidad. Los expertos en este campo comparten la teoría de que un correcto entrenamiento de fuerza (cuestas, pesas, ejercicios de técnica de carrera…) nos convierte en corredores más eficientes.

Mucho se ha hablado y estudiado sobre este tema, y parece ser una de las claves o de los motivos por los que los atletas de élite africanos reinan en la mayoría de las competiciones de medio fondo y fondo. Cuanto mayor es la distancia por recorrer, mayor es la importancia de la economía de carrera. Es decir; los atletas etíopes o kenianos, por ejemplo, gastan menos energía para correr a un ritmo elevado una distancia larga, como un maratón o un medio maratón. Esto se debe a múltiples factores, entre los que destacan el tener unas piernas menos musculadas, haberse adaptado a entrenar en altura, su peso… Aunque no son las únicas explicaciones, ni mucho menos.

De este modo, cuanto más en forma estemos, mejor economía de carrera podremos tener. Y, de la misma manera, cuanto más entrenemos, mejores serán nuestras sensaciones al correr. Esa percepción del ‘esfuerzo’ a menudo tiene que ver con nuestras mejorías a todos los niveles.

Además de la fuerza, es clave ampliar un poco la frecuencia de nuestras zancadas (dar más zancadas por minuto) y hacer ejercicios de técnica de carrera. Te recomendamos que hagas estos ejercicios después de un breve calentamiento al trote de 5 o 10 minutos, justo antes del entrenamiento específico que tengas de carrera: rodaje, fartlek, intervalos…