El descanso activo o cómo recuperar sin parar de movernos
26/10/2020
Una parte esencial del entrenamiento, posiblemente la más importante, es el descanso entre sesiones, especialmente entre días duros o de calidad, porque sin el descanso adecuado no se puede asimilar bien el entrenamiento. Pero descansar no significa pararnos completamente, dormir siestas interminables o estar con las piernas en alto mientras vemos nuestras series favoritas en la tablet… Puede ser intercalar sesiones muy suaves de trote relajado o incluso caminatas, paseos en bicicleta, ir a nadar… estas actividades de baja intensidad son igual de beneficiosas o incluso más en la mayoría de los casos que descansar completamente, ya que nos ayudarán a recuperar mejor y más rápido nuestros músculos.
Los expertos afirman que el descanso activo es mejor que el descanso total, ojo, a no ser que haya algún tipo de lesión o prescripción médica que no lo recomiende… Además de eliminar toxinas de forma más acelerada que cuando estamos totalmente parados, mentalmente también supone un estímulo salir a hacer deporte sin estrés y sin presión de ir a un ritmo determinado o cumplir con un objetivo más o menos específico. Si no eres un deportista de élite lo normal es que no hagas más de 1 ó 2 sesiones duras o de calidad (como series, ritmos altos o competiciones) a la semana, así que el resto de días deberías hacer un trabajo de asimilación de todo ese esfuerzo junto con sesiones de carrera a pie a nivel aeróbico.
Hay que tener en cuenta que el descanso “activo” no puede ser igual para un corredor muy experimentado o de nivel, que corre 5-6 días a la semana, que para alguien que empieza. En cualquier caso, salir a caminar por el campo, por la montaña, o por el paseo marítimo, es mucho más beneficioso para recuperar el organismo el día después de participar en una carrera popular o tras un entreno exigente que quedarte en casa viendo la televisión.
Es un buen momento para probar también cosas nuevas como el yoga, pilates, o incluso una sesión de gimnasio muy suave, desempolvar la bici que tenemos arrinconada en el trastero o inscribirte a un curso de natación en la piscina municipal.
Todo suma si no te pasas de la raya. En ese caso, ¡resta! Y, además, siguiendo nuestra filosofía de hacer deporte acompañado, puedes aprovechar estos descansos activos en grupo. Nada como una buena charla caminando o montando en bici, y todavía más placentero y divertido si rematas el descanso activo tomándonos una cerveza y una tapa con tus compañeros.