El minimalismo: ¿vuelta a lo natural?
02/08/2019
Firma invitada: Dani Quintero, embajador de Beer Runners España
Arrancamos este post haciendo una comparación un poco forzada, pero seguro que arrancará una sonrisa a los “minimalistas” del running… Ya que los minimalistas son al mundo de correr lo que los veganos a la alimentación, no por la defensa de los animales, sino porque tienen que estar explicando continuamente y en cualquier circunstancia el motivo por el cual corren con los pies descalzos o bien con las “guaraches” o sandalias, o con zapatillas sin prácticamente material protector o amortiguador en su fina suela.
El minimalismo consiste en correr con la mínima protección en nuestros pies, y sus defensores afirman que el ser humano no necesita para trotar el calzado que la mayoría de los runners usamos. Es decir, piensan que, sin zapatillas con controles de estabilidad, compuestos para amortiguar la zancada, el drop o elevación del talón respecto a los metatarsos, correremos de forma más natural y evitaremos lesiones, además de ahorrarnos un buen dinero en material deportivo… Lo que sí que nos une a los Beer Runners minimalistas de los Beer Runners que no lo son, es nuestra pasión por la cerveza al terminar el entreno. Y es que hay legión de minimalistas dentro de nuestro movimiento, especialmente en Valencia y poco a poco se abren camino en Madrid, Barcelona o Sevilla.
En este blog no vamos a entrar a valorar las cuestiones científicas que pueden desaconsejar o aconsejar activamente el minimalismo, pero sí que podemos darte algunas pautas para que, al menos, despejes dudas y no cometas errores.
Está claro que una correcta pisada y postura corriendo nos pueden ayudar muchísimo a evitar lesiones y a hacerlo más rápido durante más tiempo. El hecho de llevar amortiguación no significa que no se pueda correr ‘bien’. Es más, lo ideal es trabajar mucho y bien (es decir, asesorados por un experto) la técnica de carrera para que corramos sin tanto ‘talonar’, entrando de tacón en la fase de contacto con el suelo, para empezar a impactar con la media suela.
Por tanto, un fortalecimiento global del tren inferior mediante pesas, trabajo de cuestas y fuerza, ejercicios de propiocepción y de técnica de carrera sí que nos ayudará a evitar lesiones.
En el caso de que quieras probar con el minimalismo sí que es recomendable comenzar primero a correr descalzos o con calzado minimalista distancias muy pequeñas y sobre terreno cómodo, como el césped, por ejemplo, tras terminar un entrenamiento. Pasar de correr con zapatillas con amortiguación a zapatillas sin amortiguación (como las de competición, o incluso otras más radicales como las tipo ‘five fingers’) o a las famosas guaraches requiere de un proceso lento para acostumbrar y preparar nuestras plantas de los pies, articulaciones, tendones e incluso musculatura. Es un proceso tan lento y minucioso que a muchos ya les resulta lo suficientemente incómodo como para no deshacerse de sus zapatillas tradicionales.
Cada vez se ven más ‘minimalistas’ en los parques entrenando, participando (y algunos muy rápidos) en carreras populares o trails, pero es cierto que no ha terminado de extenderse en el emergente mundo del running.