Entrena la carrera a pie en el agua
13/07/2021
Sí, se puede. Ya te hemos hablado en alguna ocasión de las maravillas y de los efectos beneficiosos para tu estado de forma del entrenamiento cruzado en este mismo blog. Y si es interesante en cualquier época del año, imagínate ahora en verano que lo tenemos tan complicado para salir a la calle en determinadas horas.
En el agua, tanto en la piscina como en la playa, se puede entrenar convenientemente la carrera a pie, o al menos la musculatura específica para correr. Hay clásicos como hacer largos apoyando las manos en un corcho / flotador para no hundirnos mientras practicamos la patada de “crol” o de “braza”. Podemos jugar con la cadencia para aumentar intensidad y velocidad. Es un ejercicio agotador si lo hacemos con fuerza, y nos ayuda a trabajar las piernas sin ningún tipo de impacto.
Del mismo modo, hay flotadores que son como unos cinturones con corchos que nos permiten flotar de forma erguida en el agua y repetir el gesto de correr dentro del agua, ayudándonos del braceo para ir avanzando. Es, sin duda, el mejor ejercicio posible si hemos tenido algún tipo de lesión para ir cogiendo la forma o para no perderla durante un parón por algún problema muscular. Hay atletas de élite que se pasan horas y horas en la piscina haciendo este ejercicio para minimizar los efectos negativos de un parón por lesión.
Incluso si la piscina no es profunda, o si no nos metemos muy adentro en el mar, podemos ‘jugar’ a correr levantando las rodillas y avanzando a distintas profundidades. Es como correr fuera del agua pero con una resistencia mucho mayor. Prueba primero a hacerlo con el agua por los tobillos y ve buscando más profundidad poco a poco hasta llegar a las rodillas o cintura. Podemos hacer, por ejemplo, 15 intervalos de 30” esprintando fuerte y recuperando 1 minuto entre cada serie. Además de trabajar el corazón, fortaleceremos todos los músculos implicados en la carrera. Eso sí, ojo a la a la posición del cuerpo para evitar luego problemas lumbares, tienes que intentar mantener una postura natural, no te lances hacia adelante para hacer más fuerza o vencer la resistencia del agua con más facilidad.
También podemos optar por aprender a nadar correctamente o hacer un curso de perfeccionamiento de natación como complemento ideal para el running, ya que nos fortalecerá el CORE, mejorará nuestra capacidad aeróbica y es, con seguridad, el deporte más complementario que existe a la carrera a pie. Sin lesiones, puedes elegir la hora que quieras independientemente del calor que haga fuera y en poco tiempo. No hace falta que vayas a nadar una hora y media. Con 30 ó 40 minutos habrás hecho una buena sesión. Y la natación es algo que deberíamos practicar regularmente en verano… y en invierno.
Si vas al gimnasio o a la piscina municipal infórmate también de las sesiones de “aquagym”. A priori te puede sonar a ‘gente mayor haciendo gimnasia en la piscina’, pero como todo en el mundo del deporte, depende de la intensidad que tú marques. Es decir, 30 ó 40 minutos de aquagym a tope es un excelente ejercicio de tonificación. Pruébalo, y aunque te parezca lo contrario, no te arrepentirás.