Entrenar para mejorar, pero sin pasarte de rosca...
10/07/2022
Afortunadamente los corredores hemos evolucionado para bien en los últimos años gracias a la tarea insuficientemente agradecida de los entrenadores. Atrás han quedado esos planes de entrenamiento copiados año tras año de las principales revistas de running o libros setenteros en los que la única manera posible de correr más rápido era acumular muchos, muchísimos, kilómetros a la semana. Más no es mejor.
Normalmente correr muchos kilómetros te pone en forma, pero también, normalmente, te conduce a tener dolores, molestias y lesiones. Hay caminos más modernos, razonables y sensatos para batir nuestras marcas personales, prepararnos para correr un maratón o para cruzar línea de meta de ese trail que tanto nos gusta con una gran sonrisa.
Llevamos casi 10 años en este blog, que se dice pronto, recomendándote ponerte en manos de un profesional de la educación física, de un entrenador especializado en atletismo que sea capaz de personalizar tu preparación acorde a tu nivel real y a tus objetivos.
Y entre las tendencias actuales más de moda para optimizar los kilómetros que corremos (aunque es muy antiguo) está el entrenamiento polarizado, que consiste en dividir, aproximadamente, los kilómetros que corremos entre ritmos suaves (sobre el 80%) y kilómetros muy fuertes (el 20%). Consiste en planificar los entrenamientos por intensidad. Obviamente, incluso estos porcentajes pueden variar, pero eso sólo lo puede establecer con criterio un buen entrenador, no tú mismo.
Hay muchas formas planificar ciclos de entrenamiento, y hace poco en este mismo blog te hablábamos sobre entrenar por potencia, controlar nuestras sensaciones con pulsómetro…
Con el entrenamiento polarizado se pretenden controlar los esfuerzos, y se consigue algo muy difícil: correr con el freno echado la mayoría de días en lugar de ir a todo lo que das todos los días. Sin duda, aquí está una de las cosas más complicadas para la mayoría de corredores populares, que salimos habitualmente a darlo todo en cada entrenamiento, cuando es innecesario, lesivo y hasta aburrido.
A partir de aquí, aunque parece sencillo, un buen entrenador irá incorporando a tu plan de entrenamientos ritmos controlados, sesiones de carrera a ritmos según tus umbrales (aeróbico, anaeróbico…) y será capaz de medir las cargas de trabajo y acumulación de kilómetros ideales para ti.
La era de los entrenamientos válidos para todo el mundo, independientemente de tu edad, peso, objetivos… ha terminado. Ponte en manos de un entrenador. Será la mejor decisión que puedas tomar para disfrutar muchos años de nuestra pasión: correr y compartir después una cerveza con el equipo.