¿Cómo recuperarnos tras una carrera o tras un entrenamiento exigente?
27/05/2020
Normalmente tras una competición o un entrenamiento fuerte deben seguir días muy suaves o de descanso activo (salir a pasear, rodaje suave en bicicleta, natación…) y evitar impactos o trabajos excesivos. Y lo que solemos hacer es salir a correr al día siguiente, y al otro, o “picarnos” en un rodaje con algún compañero o en las quedadas Beer Runners, o unirnos a las series que le tocan al vecino…
Pero antes de avanzar tanto en el tiempo, debemos ser conscientes que el proceso de recuperación arranca en el mismo momento que cruzamos la meta y unos pasos más allá nos colocan una medalla de ‘finishers’ en el cuello: ¡hay que seguir caminando o trotando muy suave unos minutos! Nuestro corazón debe volver a la calma de forma progresiva, no de golpe. Y ojo, no sólo después de un maratón o un medio maratón, también entre semana después de hacer un rodaje fuerte, por ejemplo.
Descansar no significa no hacer nada. Al contrario, un paseo de 40’ por la tarde después de una carrera, o a la mañana siguiente, nos ayudarán a liberar nuestros músculos de todos los residuos generados, incluso nos evitará en parte las temidas agujetas. Después de correr, y para evitar enfriarnos con el sudor o el cambio de temperatura brusco, debemos abrigarnos y cambiarnos la ropa mojada. Entonces es el momento de estirar toda la musculatura. Esto no tendría que llevarnos más de 10 minutos, incluso menos, y es la mejor manera de evitar lesiones y ayudar a nuestras piernas a recuperarse.
Tras un esfuerzo físico importante suelen bajar nuestras defensas, así que es fundamental que recuperes tus niveles de glucógeno con una dieta variada y saludable, que repongas todos los líquidos perdidos, y que duermas. Duerme mucho, duérmete una siesta de 40 minutos/1 hora.
No subestimes métodos tradicionales como estirar suave tras la ducha, meter las piernas en agua fría o ponerlas en alto para favorecer el retorno venoso. Y si tienes la opción de visitar al fisioterapeuta, ¡mejor!
Casi todos solemos pecar por exceso, y es un gran problema. Especialmente el regreso a la actividad física tras una carrera. Hay que tomárselo con calma, dejar pasar unos días de reposo o de mínima actividad o descanso activo. Incluso mentalmente necesitamos este “break”.