Los grandes sueños de los runners…
18/10/2019
Justo hace unos días el mejor maratoniano de la historia, el keniano Eliud Kipchoge, lograba el impresionante reto de bajar de 2 horas sobre los 42.195 metros, y al día siguiente su compatriota Kosgei batía el récord del mundo femenino de maratón en Chicago (2h14). Una gesta sólo al alcance de los más privilegiados, y lejos, lejísimos de los sueños que el común de los mortales tiene cuando se calza unas zapatillas. Eso sí, nos une la pasión y la esperanza de lograr lo que perseguimos.
Estas grandes motivaciones, esas aspiraciones, son las que nos mueven a salir a entrenar aunque haga frío, calor, llueva o venga de camino un huracán. Pero corremos el peligro de fijarnos un objetivo excesivamente complicado o exigente que nos cueste más disgustos que alegrías.
¿Cuáles son los grandes sueños de los runners? Hay algunos que son relativamente fáciles de conseguir y que sólo con constancia y entreno, independientemente del ritmo al que se corra, se pueden logar. Por ejemplo: atravesar la meta de un maratón o de un trail. Sin embargo, otros objetivos más altos exigen acumular meses (o años) de entrenamiento y perseverancia afinando y sumando kilómetros durante 14-16 semanas. Eso sí, lo de bajar de 3 horas en un maratón, es un reto mucho más complicado y que, incluso a los mejores, les suele costar años de entrenamiento.
Otros grandes retos que muchos nos marcamos y que nos ayudan a progresar son los de bajar de 4’30 ó 4’ minutos el kilómetro en un 10k… aunque hay otros más realistas como terminar un medio maratón sin sufrir más de la cuenta, acabar un trail con una sonrisa de oreja a oreja o ganarle al vecino/vecina del cuarto alguna vez en la vida.
Sea cual sea tu objetivo lo ideal es que esto no se convierta en una obsesión, en un reto inalcanzable que se traduzca en frustración en lugar de pasión. Hay que pensar que ni los atletas profesionales son capaces de ganar siempre, es más, lo normal es que pierdan casi siempre y que en contadas ocasiones ganen. Sólo Kipchoge gana todos los maratones en los que participa… y hasta a él le ha costado dos intentos bajar de las 2 horas :-D
Ponerse retos está bien, pero no descuides la parte social de correr, que es lo que realmente perdura. La cerveza tras la carrera con los compañeros, trotar suave y charlar con ellos (ya sabes, nuestra querida ‘trotertulia’) en vez de hacer un entrenamiento a tope en el que no puedes ni articular palabra o ir a una competición olvidándote del crono o del gps, sólo por el placer de compartir pasión con otros locos del running como tú.
El verdadero motivo por el cual corremos no es por ganar a alguien, no es por batir una marca o cruzar la meta de no sé cuántos maratones. El verdadero motivo es disfrutar y pasarlo bien haciendo deporte, y si es en compañía y con una cerveza y una tapa después, mejor. ¡Filosofía Beer Runners!